Presopensador

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Des­de mi sofá se ve lo que se ve. No ten­go un salón muy grande, y como con­se­cuen­cia el tra­galuz hace lo que puede. Pero soy un tío con una imag­i­nación emprende­do­ra; a veces imag­i­no que soy un pira­ta a la fuga, escon­di­do en las bode­gas de un pequeño bar­co, avi­s­tan­do tier­ra a través de mi ojo de buey.
      Con respec­to al sofá, he inten­ta­do acer­car­lo a la ven­tana, pero me sobra pereza o me fal­tan ganas. De todas for­mas, no es un prob­le­ma. Me gus­ta pen­sar que mi telé­fono móvil es una pequeña ven­tana que me aso­ma al resto del mun­do. Y no es que quiera hac­er pub­li­ci­dad de este mar­avil­loso inven­to que ha engen­dra­do el libre mer­ca­do, pero no me fal­ta de nada. ¿Qué ten­go ham­bre? Tele­fon­a­zo, y en media hora ten­go la comi­da caliente en la puer­ta. ¿Qué nece­si­to cham­pú? Lo pido a través de la apli­cación y hecho. Sí que es cier­to que el ser­vi­cio podría mejo­rar un poco; la may­oría de repar­tidores vienen a toda prisa y su pres­en­cia deja bas­tante que desear. Pero no impor­ta, hago el sac­ri­fi­cio y dejo una val­o­ración en la propia apli­cación y lis­to. Si pagas por un bote de cham­pú, pues lo quieres rápi­do y con cier­tas for­mas. Lo que pasa es que esos repar­tidores están dese­an­do volver a casa para hac­er el vago.

      Sí, lo del telé­fono. ¿Qué quiero ver una peli? Un par de toques en la pan­talla y ya me estoy tron­chan­do con Wall‑E. De ver­dad, es una mar­avil­la. No hay nada que no pue­da hac­er por mí este inven­to. Tiene has­ta apli­ca­ciones para leer, así no ten­go que com­prar libros, que gas­tan papel y el mun­do no está como para con­t­a­m­i­nar más. Me costó el suel­do de un par de meses, pero la inver­sión merece total­mente la pena. Además, con su com­pra estim­u­lo el mer­ca­do y esas cosas que hacen que todo fun­cione; lo del esta­do de bien­es­tar y eso de lo que hablan en las noti­cias. Es que es mi modo de estar infor­ma­do.  Si no fuera por ello… a saber, inten­tarían engañarme todos esos embau­cadores que quieren subir el salario para que la gente haga más el vago. Lo de las noti­cias es impre­sio­n­ante. ¿Qué sucede algo en la otra pun­ta del mun­do? Pitid­i­to y me entero.

      De ver­dad, es una mar­avil­la. Es que casi ni ten­go que pen­sar con este trasto.

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