No, no te sientas en una trinchera. En una trinchera no te quedaban más cojones que apalancarte o salir a la muerte. Aquí, si has salido de la madriguera y vuelto a casa, no es por peligro mortal, sino por angustia fuera de conciencia.
No, no te sientas en una trinchera. En una trinchera no te quedaban más cojones que apalancarte o salir a la muerte. Aquí, si has salido de la madriguera y vuelto a casa, no es por peligro mortal, sino por angustia fuera de conciencia.