El silencio corroía todo el espacio. Lloraba, pero no ocurría el sonido. El charco de lágrimas a sus pies no era más que un testimonio fugaz de su crimen. Tiritando, con carámbanos por huesos, zozobraba en aquel suelo de piedra impregnado por el hedor de la muerte. El frío se alejaba de nuevo, tras horas […]