Tribulaciones del vórtice: Entrada

Aldabón

Abro los ojos, pero no a la vez. Primero uno, el valiente, el audaz; aquel que ase­gu­ra la primera mira­da al mun­do; el que sac­ri­fi­ca la visión por la certeza. Luego el apoc­a­do, el temeroso; quien tin­tinea entre las pes­tañas y se aso­ma difumi­na­do ante la lim­i­ta­da cer­tidum­bre. No despier­to tum­ba­do. Frente a mí se […]